domingo, 11 de febrero de 2018

LOS DESPOBLADOS DE TERUEL, UNA HISTORIA DE HAMBRE, PESTE, GUERRA Y CRISIS (I)


 Los primeros despoblados medievales tras la reconquista, o quizá durante la misma, podrían ser los que cita, en 1269, Jaime I al conceder al Consejo de Teruel autorización para repoblar una serie de lugares; algunos como Camarena o Mosqueruela lo fueron, pero enumera otros de los que nada se ha sabido después: Atorella, Salamanca, Turiles... Ninguna pista he encontrado sobre su ubicación, solo que pertenecían a la Comunidad de Teruel, cuando por sí sola ocupaba casi la mitad de la actual provincia, con un centenar de aldeas.
Hambre, peste, bandolerismo y la Guerra de los dos Pedros (1356-1369) hicieron que el siglo XIV y el siguiente fuesen catastróficos para la demografía provincial, y es el periodo en que más poblaciones desparecieron, siendo ssu términos agregados o repartidos entre los del entorno.
Según la crónica de la Provincia de Teruel de Pedro Pruneda, que se inscribe en la gran obra Crónica General de España (1866), en el partido de Teruel quedaron despoblados a causa del conflicto entre castellanos y aragoneses: Abuán, Alcamin, Alcaria de Bellestar, Buaman, Burel, Cañada de García López, Castellón de Cabras, Gazapos, Cuevas de Rocín, Fozla, Gallel, Gasconella, Guidal, Hornos, Malezas, Monta, Pedra Salz, Puerto de Escaviella, Vallidán, Fuentes de García, Rora, y Villar de Menga.
No todos quedaron inmediatamente despoblados y algunos resurgieron con otro nombre. Gasconella (Gasconilla o Las Gasconillas) siguió como una aldea de Teruel capital, junto a las posiblemente posteriores San Blas y Villaspesa, y no quedó despoblada hasta los años 60 o 70 del siglo pasado. Algunos estudiosos sostienen que Castellón de Cabras es Castel de Cabra; localidad que renacería con el nombre de Cabra, tomando el actual posteriormente
Cuevas de Rocín, opinan ciertos autores, se corresponde con Cobatillas, que se incorporó a Hinojosa de Jarque en 1971. Petra Salz, dice una teoría, evolucionó a la actual Peracense; el castillo tenía a sus pies otra aldea llamada Villeta; en la parroquia se conserva la imagen medieval de una virgen que debió ser de la iglesia de dicho despoblado. Y Guidal parece ser Gúdar.
Herrera y Mierla se agregaron a Ojos Negros, en cuya formación también participaron otras dos antiguas aldeas, Fornillo y Pozuelo. En Gallel (Alba) sus salinas siguieron funcionando hasta que en el siglo XVIII ordenó su cierre el rey Carlos III.
Abuán fue repartido entre Cella, Caudé y El Campillo, y Alcamín pasó a Villalba Alta, que a su vez se agregó a Perales del Alfambra en 1972.  
De otras pardinas no he encontrado ni rastro de sus vicisitudes o localización: Buamán, Burel, Gazapos...

EL VALIOSO TESTIMONIO DE JORDÁN DE ASSÓ

Cualquiera que se interese por las pardinas se encontrará con el listado de Jordán de Assó (Historia de la economía política de Aragón 1798), la mayoría ya despobladas en 1495. Y no se limita al partido de Teruel, también el de Daroca, el de Alcañiz y el de Albarracín. Según Assó, Albarracín no solo carecía de despoblados, sino que nacían aldeas nuevas, como Griegos, Guadalaviar, Toril, y Masegoso. Hoy no podemos decir lo mismo; pues aunque nunca alcanzó la categoría de municipio, El Cañigral quedó despoblado a finales del siglo pasado, como ocurrió con Gasconilla.
Asso suele decir a qué términos fueron agregadas las pardinas, que son el grueso de las que figuran en el listado. Hay otros más recientes, de la Gran Enciclopedia Aragonesa y de la Wikipedia. Muchos despoblados los he desechado por figurar tan solo en una de las dos últimas listas y no encontrar ningún otro rastro, por ser claramente errores, como pardinas documentadas pero adjudicadas a otro pueblo, núcleos que nunca pudieron considerarse una aldea. etc.


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