Los primeros despoblados medievales
tras la reconquista, o quizá durante la misma, podrían ser los que cita, en
1269, Jaime I al conceder al Consejo de Teruel autorización para repoblar una
serie de lugares; algunos como Camarena
o Mosqueruela lo fueron, pero enumera otros de los que nada se ha sabido después: Atorella, Salamanca, Turiles... Ninguna pista he encontrado
sobre su ubicación, solo que pertenecían a la Comunidad de Teruel, cuando por
sí sola ocupaba casi la mitad de la actual provincia, con un centenar de aldeas.
Hambre, peste, bandolerismo y la Guerra de
los dos Pedros (1356-1369) hicieron que el siglo XIV y el siguiente fuesen
catastróficos para la demografía provincial, y es el periodo en que más poblaciones
desparecieron, siendo ssu términos agregados o repartidos entre los del entorno.
Según la crónica de la Provincia de
Teruel de Pedro Pruneda, que se inscribe en la gran obra Crónica General de
España (1866), en el partido de Teruel quedaron despoblados a causa del
conflicto entre castellanos y aragoneses: Abuán,
Alcamin, Alcaria de Bellestar, Buaman,
Burel, Cañada de García López, Castellón
de Cabras, Gazapos, Cuevas de Rocín, Fozla, Gallel, Gasconella, Guidal, Hornos, Malezas, Monta, Pedra Salz, Puerto de Escaviella, Vallidán, Fuentes de García, Rora,
y Villar de Menga.
No todos quedaron inmediatamente
despoblados y algunos resurgieron con otro nombre. Gasconella (Gasconilla o Las Gasconillas) siguió como una aldea de
Teruel capital, junto a las posiblemente posteriores San Blas y Villaspesa, y
no quedó despoblada hasta los años 60 o 70 del siglo pasado. Algunos estudiosos
sostienen que Castellón de Cabras es
Castel de Cabra; localidad que renacería
con el nombre de Cabra, tomando el
actual posteriormente
Cuevas de Rocín, opinan ciertos autores, se corresponde con Cobatillas, que se incorporó a Hinojosa
de Jarque en 1971. Petra Salz, dice
una teoría, evolucionó a la actual Peracense;
el castillo tenía a sus pies otra aldea llamada Villeta; en la parroquia se
conserva la imagen medieval de una virgen que debió ser de la iglesia de dicho
despoblado. Y Guidal parece ser Gúdar.
Herrera y Mierla se
agregaron a Ojos Negros, en cuya formación también participaron otras dos
antiguas aldeas, Fornillo y Pozuelo. En Gallel (Alba) sus salinas siguieron funcionando hasta que en el
siglo XVIII ordenó su cierre el rey Carlos III.
Abuán fue repartido entre Cella, Caudé y El Campillo, y Alcamín pasó a Villalba Alta, que a su
vez se agregó a Perales del Alfambra en 1972.
De otras pardinas no he
encontrado ni rastro de sus vicisitudes o localización: Buamán, Burel, Gazapos...
EL VALIOSO TESTIMONIO DE JORDÁN
DE ASSÓ
Cualquiera que se interese por las pardinas se
encontrará con el listado de Jordán de Assó (Historia de la economía
política de Aragón 1798), la mayoría ya despobladas en 1495. Y no se limita al
partido de Teruel, también el de Daroca, el de Alcañiz y el de Albarracín.
Según Assó, Albarracín no solo carecía de despoblados, sino que nacían aldeas
nuevas, como Griegos, Guadalaviar, Toril, y Masegoso. Hoy
no podemos decir lo mismo; pues aunque nunca alcanzó la categoría de municipio,
El Cañigral quedó despoblado a
finales del siglo pasado, como ocurrió con Gasconilla.
Asso suele decir a qué términos
fueron agregadas las pardinas, que son el grueso de las que figuran en el
listado. Hay otros más recientes, de la Gran Enciclopedia Aragonesa y de la
Wikipedia. Muchos despoblados los he desechado por figurar tan solo en una de
las dos últimas listas y no encontrar ningún otro rastro, por ser claramente
errores, como pardinas documentadas pero adjudicadas a otro pueblo, núcleos que
nunca pudieron considerarse una aldea. etc.
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