Solo cinco municipios
de los 236 que configuran nuestra provincia tienen más población hoy que cuando terminó la
guerra civil: Andorra y Teruel han duplicado y más su vecindario,
Utrillas y Alcañiz casi lo han hecho, y Escucha
presume de algunos vecinos suplementarios, si bien esta última localidad se
encuentra en franco declive. Pérdidas de poca cuantía, de menos del 10%, se dan
en Alcorisa y Calanda.
Los 229 municipios
restantes son otra historia: en el periodo 1940-2017 han perdido al menos un
20% de su población, que en el caso de 27 pueblos supera el 90%. Además, 82 han
menguado entre un 80 y 90%. Apenas 21 municipios “se conforman” con perder “solo”
menos de la mitad de su vecindario (el 50%) desde el 1 de enero de 1940. Son, a
considerable distancia de Alcorisa y
Calanda y de menor a mayor reducción
porcentual: Valderrobres, Albarracín, Monreal del Campo, Cella,
Villastar, Mora de Rubielos, Cedrillas,
Mas de las Matas, Sarrión, Cuevas de Almudén, Ariño,
Martín del Río, Villarquemado, La Mata de
los Olmos, Calamocha, Montalbán, Celadas, Griegos y Guadalaviar.
Obón: queda un vecino por cada 20 que había en
1940
El caso más extremo es
Obón, que ha pasado de 1.107 a 44
censados (-96,03%), es decir, de cada 20 con que contaba en los albores del
franquismo, solo queda uno. Saldón
de 490 a 26, Alcaine de 909 a 62, Huesca del Común de 915 a 67… Además de
Obón, cuatro de estos 27 vapuleados
pueblos que ven reducida su población a menos de una décima parte, superaban el millar de
hombres y mujeres en 1940 Loscos
(1.480), Libros (1.278), Puertomingalvo (1.181) y Blesa (1.081). Hoy tienen,
respectivamente, 139, 103, 117 y 97.
Si hablamos de cifras
absolutas y no de porcentajes, lidera las pérdidas Calamocha, con 3.775 vecinos menos en la actualidad que tras la
guerra civil, teniendo en cuenta que en 1971 absorbió a diez pueblos del
entorno. Le siguen Castellote
(3.012) y Albalate del Arzobispo
(2.398), y también han perdido más de un millar de vecinos, en orden
decreciente, Híjar, Santa Eulalia, Samper de Calanda, Oliete,
Mosqueruela, La Puebla de Híjar, Manzanera,
Ojos Negros, La Puebla de Valverde, Loscos,
Muniesa, Caminreal, Báguena, Olba, Cella, Aguaviva, Alloza, Libros, Aliaga, Alcalá de la Selva, Bello, San Agustín, Villarluengo,
Montalbán, Torrijo del Campo, Monreal
del Campo, Calaceite, Burbáguena, Obón, Fuentes Claras, Castelserás y Valdealgorfa.
La mayoría de estos
pueblos ya habían entrado en declive, generalmente en 1910, que es cuando la
provincia tocó su techo demográfico si nos atenemos a los censos decenales, con
265.908 habitantes. Pero lo hicieron en caída libre especialmente en la década
de 1960, y algo menos en la anterior y posterior.
La ganancia absoluta
de habitantes de Teruel capital
supera a los otros cuatro municipios que no se han visto afectados por la
crisis demográfica juntos, 18.938 habitantes suplementarios sobre los 16.546 con que
contaba tras la última contienda civil. Alcañiz
gana 7.246 vecinos, Andorra 4.604, Utrillas 1.502 y Escucha 95. Salcedillo
es el único municipio, entre el resto, que pierde menos de cien vecinos, 95;
claro que pasa de 108 en 1940 a 17 en 2017. Y llegó a alcanzar un mínimo de
siete habitantes en 2000, marca que mantuvo varios años y le situaba como el
municipio menos poblado de España.
Las localidades más populosas: mal, pero no tanto,
salvo excepciones
Termino con un repaso
a las localidades más importantes (las que hoy superan hoy el millar de
habitantes). Teniendo en cuenta que el descenso provincial ha sido del 44,80%,
veamos de mayor a menor cuáles han sido sus pérdidas. Santa Eulalia se descuelga con una importante merma del 64%, al pasar
de 2.887 a 1.033 vecinos.
Otros tres municipios
pierden más de la mitad de su masa humana: Albalate
del Arzobispo de 4.367 a 1.978 (-54,71%), Híjar de 3.688 a 1.697 (-53,99%), y Calaceite de 2.134 a 1.038 (-51,36%).
Los descensos de Montalbán (46,96%) y Calamocha (46,44%) también sobrepasan
la media provincial, siendo más atenuados en los demás municipios: Sarrión (42,54%), Mas de las Matas (39,72%), Mora
de Rubielos (36,42%), Cella
(31,14%), Monreal del Campo
(30,73%), Albarracín (25,56%), Valderrobres (20,18%), Calanda (-6,39%) y Alcorisa (3,38%).
De los once pueblos
que porcentualmente menos habitantes pierden de la provincia, nueve son los
últimos citados; entre ellos se intercalan Cedrillas
(39,62%) y Villastar (33,82%).
Un último dato: si hoy
son 19 los municipios que superan el millar de vecinos en la provincia de
Teruel, en 1940 sumaban 77.
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